Hemos descubierto que la diferencia entre un buen viaje y un viaje increíble es cuando el organizador del viaje muestra a los participantes no sólo las atracciones turísticas famosas, sino también los lugares que juegan un papel protagonista en la vida diaria de las personas locales.
Esto puede significar visitar lugares que tienen un gran significado histórica y culturalmente, pero también lugares alternativos y únicos que descubren realmente el arte local, la comida o la música.